8/19/2011

Sobre la protesta, la marcha y el disturbio (Spanish)

Sobre la protesta, la marcha y el disturbio

Por: José Roberto Escamilla

Hace poco me enteré por medios de las redes sociales y algunos periódicos de circulación nacional sobre algunas marchas para protestar por el maltrato a la mujer, la corrupción, etc.

Me acuerdo que hace unos años asistí a una marcha en contra de las FARC y después a una marcha en contra del secuestro. ¿Resultados? Aunque hay repudio hacia los actores armados al margen de la ley, creo que más tiene que ver la presencia  constante de las fuerzas militares en las zonas de combate, la efectividad de los grupos de rescate y la drasticidad de las leyes contra estos flagelos.  Al final son las políticas del estado, la región, la ciudad, la provincia, el pueblo, corregimiento… las que hacen los cambios. Además, y no menos importante, es el cambio de actitud desde la familia. ¿Por qué es tan importante esta institución? Porque es desde ella que se forma a la futura madre, padre, alcalde, presidente, militar, policía, guerrillero, violador, ladrón, traficante, corrupto, corruptor, etc.

Si bien la sociedad tiene parte importante en la formación de las personas creo que si se logra implantar buenos valores, principios y una fuerte personalidad, es posible que el individuo sea menos proclive a delinquir.

Aunque teóricamente hay diferencias el concepto de protesta y disturbio en la práctica se vuelve un tanto ambigua esta diferencia. ¿Por qué? Si no estoy equivocado los recursos de las protestas y marchas populares se utilizan para evitar la violencia y reclamar por alguna injusticia. Si alguien ha sido parte de una marcha o ha visto alguna se podrá dar cuenta que aunque físicamente no hay agresión, el lenguaje dista de ser reconciliador, y si aquel lo es, resulta poco efectivo. Casos como el de Lybia, Chile e Inglaterra muestra que al final la resolución se tomó  o se está tomando por medio de la fuerza.

¿Cómo se puede evitar llegar a la protesta, la marcha y el disturbio? Simplemente cortando el problema de raíz y esto quiere decir dándole el ejemplo y una educación de calidad a nuestros hijos a toda costa –incluso ante nuestros intereses personales-. Enseñarles el valor del trabajo, el buen nombre, la solidaridad para volverlos independientes en todos los aspectos de la vida. Es un método lento pero que perdurará un poco más en el tiempo.  Sin embargo hay un par de preguntas que no he podido resolver ¿Cómo propagar estas ideas de forma masiva? y sobre todo ¿Cómo se podrá defender esta sociedad ideal ante una agresión externa?.

Aunque “la pluma es más fuerte que la espada” se ha visto a través de la historia que los conflictos los gana el más fuerte.  
  

No hay comentarios: