12/22/2011

HACIA UN NUEVO COLOMBIANO: LOS POSTCOLOMBINOS

Bogotá, Jueves 22 de Diciembre de 2011

ARREGLANDO EL PAIS #4

Por: José Roberto Escamilla
HACIA UN NUEVO COLOMBIANO: LOS POSTCOLOMBINOS

Bueno creo que ya voy para los 15 días de abstinencia política, la crítica y me siento un poquito mejor, con más colores y energía.
Es cierto que no vivimos en el paraíso y especialmente en Colombia estamos a dos mundos de distancia de ser “primer mundistas” Aunque la ultima crisis económica, que tiene más cara de depresión, apunta que mucho de los países desarrollados van en vía de subdesarrollo por unas mecánicas del mercado que todavía no son muy claras para mi. Esperemos que esto no pase pues nosotros nos volvimos dependientes de su capacidad de compra, al ser nosotros una economía que básicamente vende materias primas.

Estos tiempos de crisis nos ayudan a reflexionar sobre que ya obtenida la independencia España como nación es hora de empezar a independizarnos económicamente del mundo.

Creo que la única forma posible actualmente es la racionalización de los recursos y eso poco que utilicemos lo hagamos inteligentemente. Además creo que es hora de empezar a desarrollar nuestros propios productos  y hacer la transición a tecnificar la explotación de nuestros recursos. Ya empezamos a ver en el mercado productos agrícolas que son más baratos importarlos que producirlos. Ejemplos actuales son: el de la cebolla que sale mas barato importarla que sembrarla acá y el caso de un paquete de papas para fritar francés que son más baratas que las producidas en la ciudad. Cuando invito a tecnificar la industria no me refiero a producir más sino a producir lo suficiente pero eficientemente.

Otra invitación es a la generación de mediana y pequeña industria. Es verdad que las grandes industrias generan muchos empleos pero así mismo cuando hay crisis económica el golpe para la economía también es grande cuando ocurren estos recortes de personal masivos.

Por cuestiones de geografía las comunidades indígenas en Colombia se desarrollaron de forma aislada. Prueba de ello son las más de 60 lenguas indígenas que se hablan –me parece un poco exagerado pero eso es lo que dice el almanaque mundial en su edición número 85 para el años del 2012-  de las cuales no sé ni una palabra.  Parece que ese aislamiento se perpetuo en el tiempo y fue adquirido por los nuevos pobladores de Colombia. Ahora vemos rivalidades entre las regiones y en muchas ocasiones las groserías van precedidas por el gentilicio de la región o el apodo que se le ha asignado al mismo. Esto hace muy difícil construir una identidad como nación y es gobernar pequeños países donde cada quien esta pendiente de su grupo y le resto le tiene sin cuidado.

Para tal efecto propongo un cambio de cultura hacia un colombiano más eficiente, disciplinado e independiente en su actuar pero solidario cuando la necesidad lo amerite. Es casi imposible cortar con ese sentimiento regional pero se podría apostar a crear un individuo más competente y crear una sana competencia – valga la redundancia – donde los laureles se los lleve el que hace mejor las cosas.

Esta acción es urgente pues por el cambio climático las temporadas de lluvia han empezado a afectar a la población y a su infraestructura de manera drástica. Tragedias naturales que solo se veían en otras latitudes- más hacia el norte o el sur del hemisferio -, las empezamos a sentir en menor escala.
Es importante resaltar que esta transformación debe partir desde la sociedad y no desde una decisión política. Dos actores importantes en este cambio son las instituciones educativas y la familia.

Para muchos ortodoxos será una perdida de identidad pero si esta transformación genera una mejor calidad de vida en el individuo y su sociedad, el sacrificio habrá valido la pena.

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